Si somos padres primerizos, quizás escuchemos con mucha frecuencia el término percentil. Esta palabra describe cuáles son los diferentes aspectos del crecimiento de un niño, relativos a su peso, su talla, su perímetro craneal, y la grasa corporal. Siempre van en relación al sexo del bebé, su edad, y la media, y hay una serie de percentiles estándar que agrupan todas las medidas normales, y que abarcan desde el percentil 3 hasta el 97.
Si nuestro bebé está por debajo del 3, o bien por encima del 97, deberá ser examinado por su pediatra para determinar su grado de crecimiento. Para tenerlo más claro, veamos en qué consiste exactamente el percentil de un bebé, y cómo debemos interpretarlo.
Los percentiles: parámetros de talla, peso, perímetro craneal y grasa corporal
El percentil de un bebé se basa en parámetros de crecimiento infantil basados en estos cuatro elementos: peso, talla, grasa corporal y perímetro craneal. Las medidas de estos parámetros nos darán el resultado en percentiles, que son, explicados de forma sencilla, una forma de describir las medidas en relación con la normalidad del bebé.
Estas medidas abarcan un rango muy amplio, que va desde el percentil 3 hasta el 97, siendo el percentil 50 la media.
¿Qué quiere decir esto? Pues sencillamente que nuestro bebé estará en el percentil si pesa o mide lo mismo que el 50% de los bebés, teniendo en cuenta a los bebés de la misma edad y sexo que el nuestro. Todos los bebés serán normales si están entre los percentiles 3 y 97.
Por ejemplo, si el percentil de un bebé es de 50, esto quiere decir que tu bebé pesará o medirá lo mismo que otros 50 bebés de su misma edad y sexo, siempre en una muestra de 100 bebés. Si el percentil es de 25, su peso o talla estará ligeramente por debajo de la media de bebés de su misma edad y sexo, aunque no hay que preocuparse en exceso, puesto que lo importante es que la curva de crecimiento se mantenga constante en los siguientes meses, y en los registros de los correspondientes percentiles.
Hay percentiles de bebé más bajos o más altos. Por ejemplo, el percentil 10 indica que el peso o talla de nuestro bebé está por debajo de la media, pero no es un problema preocupante en lo que respecta a la salud de nuestro hijo, ya que puede tratarse de un problema de constitución física. Si, por ejemplo, nuestro bebé tiene un percentil 3, el más bajo, es más que probable que su crecimiento sea normal, y que su peso más bajo que la media se deba a cuestiones genéticas, aunque en este caso nuestro pediatra estudiará si se trata de un trastorno pasajero, y si se deben descartar enfermedades de tipo crónico.
Si, por el contrario, nuestro bebé está en un percentil 97, está en el límite más alto de peso y altura, en relación con el resto de bebés, de acuerdo con su sexo y edad. Lo más probable es que se trate un bebé que va a ser más alto que la media en el futuro. Si nos fijamos en los jugadores de baloncesto nos haremos una idea aproximada de lo que puede significar el percentil 97.
El percentil: el crecimiento y desarrollo de nuestro bebé
Lo normal y lo deseable es que nuestro bebé vaya ganando peso y altura progresivamente, porque esto es indicativo de que está creciendo y desarrollándose de forma correcta, y de acuerdo con su edad y con su sexo. Debemos tener en cuenta que cada bebé tiene su propio ritmo de crecimiento y desarrollo, y que es su pediatra quien debe interpretar y explicarnos el significado exacto de los percentiles de nuestro hijo.
Desde siempre, el percentil tenía tres parámetros: talla, peso y perímetro cefálico, aunque en la actualidad también puede medirse el índice de grasa corporal, dato muy positivo para la posible prevención de la obesidad infantil. Las medidas se rigen por las curvas de crecimiento, y estas curvas las veremos muy a menudo cuando acudamos al pediatra, y su interpretación se realizará siempre en base a los percentiles de nuestro bebé.
Recordemos: los números 3 y 97 en los percentiles de nuestro bebé, serán los más bajos y los más altos, en relación a niños de su edad y sexo. Tener medidas que se sitúen entre estos dos percentiles es absolutamente normal y está en la media. Es importante tener en cuenta, y con toda seguridad, el pediatra de nuestro hijo nos lo explicará, que lo más importante y el objetivo principal es que los bebés vayan escalando puestos para alcanzar el mayor nivel, teniendo en cuenta su ritmo individualizado de crecimiento. La clave es que este percentil, sea cual sea, se mantenga, y no haya variaciones bruscas ni por encima ni por debajo. Cualquier alteración podría significar que existe un daño puntual que altera el equilibrio del bebé.
Recuerda que cualquier tipo de consulta sobre el percentil, debes consultarla con tu médico especialista.