¿Cómo y cuándo debemos introducirlo?
Son muchos los padres que se preguntan cuál es la edad idónea para empezar a aprender una segunda / tercera lengua y cómo hacerlo. Para llegar a adquirir un idioma de manera bilingüe o multilingüe lo mejor es que uno de los miembros de la familia, padre o madre, le hable siempre en esa lengua desde su nacimiento, aunque no es la situación más común.
Otra manera de introducir poco a poco el idioma en cuestión es adjudicar un momento del día en el que podamos utilizarlo de manera constante, por ejemplo: la hora del cuento, del baño, de la merienda, etc. Esto lo podemos complementar con dinámicas y herramientas en inglés como las que os proponemos abajo para ir haciendo con ellos día a día. En una escuela de idiomas especializada en los más pequeños os proporcionarán todas las herramientas didácticas para que podáis aprovechar esos primeros años tan valiosos.
Una buena edad para un primer contacto con el inglés fuera del entorno familiar es entre los 2 o 3 años. Los niños son como esponjas, tienen mayor capacidad de aprendizaje desde muy temprana edad. Al introducir una segunda lengua en sus primeros años de vida se maximiza su voluntad y capacidad de aprendizaje. Esto no quiere decir que el niño que empieza más tarde no pueda llegar al mismo nivel de dominio que otro que empieza en los primeros años de vida. Aunque a nivel fonológico el que empieza en los primeros años tiene más predisposición a una mejor pronunciación que otro que empieza más tarde, ya que utiliza las mismas herramientas naturales de adquisición que la lengua materna.
¿Cómo es el proceso de su aprendizaje?
En una primera etapa escuchan, registran y cuando están preparados comienzan a comunicarse en las diferentes lenguas. Al principio es normal que mezclen los idiomas, pero ellos solos los van clasificando y distinguen a quién o en qué momento del día deben hablar en uno u otro idioma. Lejos de ser negativo, las investigaciones más recientes en diferentes puntos del mundo indican que les hace ser más flexibles, creativos, les facilita el aprendizaje de otras lenguas, mejora su conciencia lingüística, su capacidad de concentración y su habilidad para socializar y resolver conflictos.
¿Se debe introducir un nuevo idioma en los primeros años en todos los casos?
No siempre es recomendable introducir una tercera lengua en edades tempranas. Si el niño muestra dificultades para aprender la lengua o las lenguas maternas no es bueno presionar el aprendizaje de una nueva lengua durante la infancia temprana. Es más importante afianzar los idiomas nativos antes de incorporar uno nuevo en estos casos.
¿Qué materiales o herramientas nos pueden ayudar?
Es importante crear un ambiente de inmersión lingüística. Esto lo podemos facilitar con:
- Cuentos en inglés o bilingües: leer “books” (libros) o “tales” (cuentos) en inglés «acting out» (interpretándolos) es una buena manera de relacionar situaciones reales con imaginarias. Es importante comenzar con libros visuales y con poco texto para que sea más fácil la comprensión y gesticular y teatralizar los textos para captar su atención. Para los que no estéis tan seguros con el idioma tenéis los audiolibros. Lo más importante es ir preguntando y comentando lo que se está leyendo. Por ejemplo, “What colour is the flower?” (¿De qué color es la flor?) –o- Where’s the cat? (¿Dónde está el gato?).
- Dibujos animados: Una herramienta muy útil es la opción que da la TV hoy en día de poner en versión original los dibujos. También puedes optar por adquirir algún pack de DVDs de sus personajes favoritos. Es importante que siempre escuchen esos personajes en cuestión en inglés para no confundirlos.
- Apps en inglés: Hay cientos de aplicaciones para móviles para practicar el inglés sin dar la espalda a las nuevas tecnologías y que son muy útiles para practicar vocabulario, aprender canciones o jugar con personajes famosos. Es importante saber que se debe limitar el tiempo de exposición a las pantallas, ya que la realidad va a un ritmo más lento, que a veces, hace que se vea menos atractiva que la virtual. Debemos de controlar su uso de manera responsable y priorizar otro tipo de ocio.
- Música: Las canciones infantiles en versión original son un recurso muy atractivo para los niños. Las rimas y canciones hacen que al repetir las palabras o frases con una entonación el niño se las aprenda y comprenda más fácilmente. Podéis utilizar el Youtube o adquirir CDs de canciones tradicionales.
- Juegos en familia en inglés: Se puede jugar a típicos juegos ingleses como el “Simon says….” con el que podemos practicar acciones –o- “I spy with my Little eye…” (veo, veo) con el que podemos practicar vocabulario. Hay infinidad de actividades para hacer en familia y pasarlo bien mientras se aprende.
- Juguetes y materiales multilingües de casas com Vtech, Fisher-Price, Eureka Kids, Imaginarium, Chicco, etc. Podéis encontrar otros materiales de apoyo en librerías o jugueterías de vuestras ciudades.
- Escuela de inglés: Escogiendo una escuela de inglés especializada que tenga un proyecto educativo afín a vuestra familia os facilitará la tarea de reunir herramientas y motivar a vuestros hijos a disfrutar del idioma. Hay que escoger una metodología de inmersión centrada en la escucha y la práctica. Se trata de jugar, escuchar música e interactuar con el inglés como lengua vehicular de manera que lo haría con su lengua materna.
- Talleres en inglés para padres e hijos: Los talleres facilitan encontrar esos momentos para compartir entre padres e hijos. ¿Qué es lo que cuenta? Que paséis un rato de lo más entretenido y divertido en familia y que sea un punto de unión. Los niños intentan imitar todo, así que si vosotros mostráis interés y ven que os lo pasáis bien, ellos también se lo pasaran en grande.
Lo más importante de todo es que podáis compartir ratos de calidad en familia incorporando un elemento nuevo, el inglés, que tanto os será útil a vosotros como a vuestros pequeños. La neurociencia demuestra que cuando la parte emocional del cerebro está activada el aprendizaje es más completo.